Jamás seremos capaces de crear una buena sociedad mucho menos una sociedad grandiosa mientras no respetemos y fomentemos la excelencia individual.
Vince Lombardi.
La humanidad en su empeño en la búsqueda del bienestar y la felicidad ha conquistado un conjunto de derechos y ha logrado consagrarlos como derechos intangibles, sin embargo en el presente nuestra sociedad parece simpatizar mucho más con aquellos, que algunos se han empeñado en denominarlos débiles, desprotegidos o excluidos, el desfile de adjetivos no termina nunca. No soy de los que comparto que a un ser humanó se le califique con estos adjetivos, pienso más bien que existe un grupo interesado en etiquetar a una porción de la población con el objetivo de sacarle partido propio, presentandose como los salvadores de estos pobres desvalidos.
A mi modo de ver cuando se tiene un concepto tan distorsionado del ser humano implícitamente se esta afirmando que las personas son irresponsables; incapaces de sostenerse por su esfuerzo personal; de hacer frente a la adversidad, la incertidumbre y de superarla mediante sus recursos personales, en fin estos seres humanos según estos salvadores, están destinados a la mediocridad y la miseria, como si estas no fueran sólo situaciones temporales y jamás situaciones permanentes.
Pero en todo análisis o clasificación en donde se incluya a un ser humano hay una variable que lo puede cambiar y decidir todo: la acción humana; su creatividad, su recursividad, en una palabra su voluntad, la cual hace la diferencia, su determinación de ir en pos de un objetivo que considera valioso y no ceder hasta alcanzarlo.
Mares de tinta se han se han plasmado en millones de hojas para dejar testimonio de estas historias de éxito, cada hombre está todos los días escribiendo la suya propia y no hay mayor gloria que aquella está llena de esfuerzo y constancia, nadie tiene el derecho de propiedad sobre lo que no ha trabajado, la dignidad no se decreta se gana, la riqueza no se distribuye se crea, mientras los líderes de las naciones sigan tratando a sus habitantes como pueblo, haciéndoles creer que solamente tienen derechos y no deberes, seguirán alimentando ese sentimiento de minusvalia que al final nos llevara a la desintegración de la sociedad.
Veneliberal 